Blog sobre Grafología y sus muchas aplicaciones, para aprender y curiosear sobre esta apasionante ciencia
lunes, 14 de enero de 2013
domingo, 13 de enero de 2013
El alfabeto fenicio en España
EL ALFABETO FENICIO EN ESPAÑA
José Luis Moratino García
Antes de la
romanización de la Península Ibérica, se hablaban diferentes lenguas
paleohispánicas. De estas lenguas no se sabe demasiado y, aunque existen
muchos datos y muestras escritas, no hay pleno consenso al respecto de
cómo eran estas lenguas, y las hipótesis son muchas y muy
variadas. De lo que sí hay testimonio gráfico es de que tenían su
propio sistema de escritura y también está claro que, en el origen de esta
escritura, al igual que en otras muchas, también está el alfabeto
fenicio.
Los parecidos son muchos,
generalmente se escribía de derecha a izquierda, aunque no siempre, del
mismo modo existe un gran parecido entre las letras que utilizaban.
Barco fenicio
La mayor parte de las muestras
escritas de la época pertenecen a los pueblos íberos, que habitaban en la mitad este de la Península Ibérica, y hay estudios que
afirman que de estos sistemas de escritura surgió la escritura del resto de
pueblos que habitaban la península.
Muchos investigadores afirman que
la escritura íbera proviene única y exclusivamente del alfabeto
fenicio.
El signario íbero, a diferencia
del alfabeto fenicio, no es ni un alfabeto ni tampoco un silabario,
sino un sistema mixto en el que las grafías representan letras y
sílabas.
(Foto: www.proel.org)
Sabemos que en el alfabeto
fenicio más primitivo no existían las vocales y que todas las
escrituras anteriores al fenicio no constituían un alfabeto
propiamente dicho, sino que eran silabarios. Tal vez esto permita entrever las
causas que llevaron a los íberos a utilizar este sistema mixto, este
signario a mitad de camino entre un alfabeto y un silabario. No se
puede saber exactamente cómo se formó este sistema de escritura, pero
sí que hay constancia de que los fenicios estuvieron en España,
comerciaron, se instalaron en colonias
y trajeron muchas cosas. Por eso, resulta
lógico que también con ellos llegaran influencias lingüísticas y de la
escritura.
Por otro lado, también se sabe que la escritura fenicia era
muy variable e inestable, no había una regulación precisa y además
se produjeron muchos cambios a lo largo de la Historia, por tanto,
no debería resultar extraño que las características propias de los
signarios íberos también se hubieran dado en el alfabeto fenicio, en
algún lugar o en algún momento.
(Foto: www.proel.org)
Existían varios tipos de
escritura, se conservan tres sistemas diferentes. El más moderno se
utilizó en las tierras que, a día de hoy, se corresponden, más o menos, con
la provincia de Alicante y era un alfabeto propiamente dicho,
adaptado del alfabeto griego a las características propias de la
lengua íbera de la región. Este alfabeto se conoce como grecoíbero y es
muy diferente a los otros dos sistemas.
Los otros signarios son muy
anteriores a este, y en ellos existen muchas diferencias, la mayoría de
los signos son iguales o muy similares en los dos signarios,
pero también hay signos diferentes o inversos y, por lo visto, el
valor fonético de los mismos es muy diferente en un signario que en
otro.
El signario Nororiental se encuentra totalmente descifrado y
tiene dos variables, el dual y el no dual. La diferecia radica en que
en el sistema no dual los fonemas "g" y "k" se escriben de la
misma manera, y lo mismo ocurre con los fonemas "d" y
"t". En el sistema dual estos fonemas se escriben de forma diferente en cada caso. Se
estima que de este signario surgió la escritura celtíbera.
Detalle de sarcófago femenino fenicio
El signario Suroriental no se
encuentra totalmente descifrado aunque guarda grandes parecidos con el
Nororiental, en ambos las consonantes oclusivas se representan con
valor silábico, y el resto de consonantes se representan con valor
alfabético y pueden ser acompañadas por vocales para formar las sílabas.
Se estima que de este signario surgió la escritura tartésica.
Con la romanización de la
Península Ibérica, la escritura íbera cayó en desuso y posteriormente en el
olvido, hasta que, con los albores de la postmodernidad, surgió el
interés por el estudio de esta herencia histórica española.
José Luis Moratino García
(Alumno del - Seminario de Historia de la Escritura -
Centro de Grafología Sandra Cerro)
Centro de Grafología Sandra Cerro)
Fuentes:
- didactalia.net
- wikipedia.es
- sendafonaments.wordpress.com
- proel.org
sábado, 12 de enero de 2013
Cuentos de hadas para emprendedores
Cuentos de hadas para emprendedores
Por Sandra Mª Cerro
Érase una vez una joven que quería dar un cambio a su
vida. Se sentía como una Cenicienta pequeña e incomprendida, en un siniestro
castillo entre brumas, prácticamente invisible tanto para sus compañeros como
para su jefe, apisonada por una rutina sombría, que la iba marchitando día a
día como la rosa de la Bella y la Bestia, y con la autoestima machacada por
aquellos que apenas podían ver en ella una pizca de luz. Pero ella sabía que
esa luz existía, y soñaba con salir volando de aquel trabajo, libre como Peter
Pan, o salir flotando en una alfombra voladora como Aladino, en busca de
aventuras; sin saber siquiera cuáles, pero aventuras al fin y al cabo, hacia
algún destino en el que al menos su talento no se sintiera acotado, oscurecido
ni pisoteado.
¡¡Pero es que es ese, ese es el primer paso para lanzarse
a emprender!! reconocer el propio talento, aunque lo sintamos apagado y
moribundo debido a las circunstancias adversas, o debido a ese miedo tan humanamente
nuestro a los cambios, o a que los demás no lo vean ni lo sepan valorar, y
tratar de insuflarle aliento.
Y cuando nuestro talento dormido se despierta como
la Bella Durmiente del Bosque, o como la pequeña Campanilla cuando escucha a
los niños gritar “¡Hay que creer en las hadas!”, es entonces cuando
comienza el auténtico viaje, ese proceso de transformación del Patito feo en
elegante o orgulloso –de sí mismo- cisne.
En todos los cuentos de hadas hay un héroe, un
valeroso príncipe o una princesa que viven su existencia persiguiendo un sueño.
Pero conseguir ese sueño no resulta siempre fácil. ¿Quieres conocer las
principales dificultades que el protagonista del cuento se encuentra antes del
conocido “vivieron felices y comieron perdices”?:
1º- Los tres hermanos: en los cuentos de tres
hermanos, siempre es el pequeño el que al final sale victorioso de las pruebas
de vida, y el que consigue el final feliz. Esto significa que, aunque muchas
veces nos sentimos pequeños e incapaces, con la autoestima por los suelos y un
poco ciegos ante nuestros propios valores y aptitudes personales, si tenemos
confianza en nosotros mismos, y conseguimos madurar y trabajar de forma
persistente en pos de nuestro sueño, seremos capaces de superar a los que están
por encima de nosotros y seguir creciendo.
2º- Las brujas, los ogros y los dragones:
estos personajes están excepcionalmente interpretados por todas aquellas
personas de nuestro alrededor, que constantemente tratan de persuadirnos y
desanimarnos para que abandonemos nuestro empeño. La mayoría de las veces lo
hacen porque ellos mismos no tienen un sueño, o porque si lo tienen les falta
el arrojo y el valor para hacerlo realidad. Por eso su opinión no nos vale. ¿Y
cuál puede ser, Espejito, Espejito, la otra motivación de las malvadas brujas
para inculcarnos malos consejos o poner pegas a nuestras decisiones valientes?,
sencillamente la envidia, el temor a que tengamos lo que ellas no tienen. Y en
este caso, la mejor opción es, sin duda, devolver la manzana envenenada al
cesto, y seguir nuestro camino.
3º- Las pruebas: Los Tres Cerditos
construyeron tres casas a prueba de soplidos del lobo. Las dos primeras – de
paja y de madera- sirvieron de prueba y error, pero la tercera, redoblando
esfuerzos a base de ladrillos, consiguió mantenerse en pie. El genio de Aladino
propuso tres únicos deseos, con sus consecuentes tres únicas oportunidades. El
príncipe de la Bella Durmiente luchó contra el dragón con su caballo, con su
escudo y con su espada mágica; cuando perdió los dos primeros en la lucha,
confió en su valor, y mató al dragón lanzándole al cuello la espada. Los
cuentos de hadas nos dicen, entonces, que se nos está permitido errar varias
veces antes de conseguir nuestro objetivo. Es más, nos dicen que es obligatorio
errar, porque el error constituye una lección más sabia que cualquier acierto.
Pero no todo son dificultades y ogros en el camino
del emprendedor. Éste también cuenta a su lado con:
Los Siete enanitos, los amigos leales que nos apoyan, nos animan y nos regalan consejos
sinceros;
Las Hadas madrinas, los mentores y musas, personas a las que admiramos y que nos
inspiran;
El Príncipe azul, esa gran motivación que nos guía,
el amor a nuestro proyecto, y la creencia ciega en querer hacerlo grande y
convertirlo en nuestro amante y fuente de Felicidad.
La joven emprendedora de nuestra historia tuvo que
cantar mucho eso de “!!Aihó, aihó, al bosque, a trabajar!!” como los
siete enanitos, tuvo que saber esperar a que creciera su planta de habichuelas
para poder trepar por ella, como Jack, probar unos cuantos zapatitos de cristal
como el príncipe de Cenicienta y vencer unos cuantos fantasmas, como “Juan
sin miedo”. Pero eso no fue nada cuando consiguió ser feliz, comiendo su
propia perdiz, y siendo su propia jefa, sin tener a ninguna Reina de Corazones,
gritando siempre detrás suyo: “¡¡¡Que le coooooorten la cabeza!!!”.
Y colorín, colorado, este cuento ... aún no se ha acabado.
Sandra Mª Cerro
Grafóloga y Perito calígrafo
www.sandracerro.com
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